Este pesebre lo compré en julio de 2009 en Asunción del Paraguay, en la casa de artículos regionales Over All.
El conjunto, de diez piezas, es una creación de la artesana Graciela Quintana, de la ciudad paraguaya de Itá, cuyo "sello" creativo son las figuras gorditas en barro negro.
Hija de una afamada artesana paraguaya, Rosa Brítez, Graciela aprendió este oficio desde niña y logró hacer de este arte un modo de vida para su familia.
La arcilla o el barro -ñai'ú, en guaraní- es una de las principales materias primas de los artesanos de Itá. Según una nota del diario ABC Color, de Asunción, Graciela consigue este barro en una cantera de la cercana zona de Paranambú.
Para su trabajo también utiliza una palillo de caña de tacuara, hojas de naranja y agua.
Graciela amasa el barro y da forma a las figuras, que luego lleva a un horno montado en el fondo de su casa. En el horno las piezas toman contacto con el humo de hojas de guayaibí, lo que les da el color negro tan característico de las creaciones de Graciela.
La artesana contó que la inspiración para hacer su primer pesebre le vino en un sueño. Ni bien despertó, dibujó en la pared con un carbón las figuras soñadas, las de los tres Reyes Magos...
El conjunto, de diez piezas, es una creación de la artesana Graciela Quintana, de la ciudad paraguaya de Itá, cuyo "sello" creativo son las figuras gorditas en barro negro.
Hija de una afamada artesana paraguaya, Rosa Brítez, Graciela aprendió este oficio desde niña y logró hacer de este arte un modo de vida para su familia.
La arcilla o el barro -ñai'ú, en guaraní- es una de las principales materias primas de los artesanos de Itá. Según una nota del diario ABC Color, de Asunción, Graciela consigue este barro en una cantera de la cercana zona de Paranambú.
Para su trabajo también utiliza una palillo de caña de tacuara, hojas de naranja y agua.
Graciela amasa el barro y da forma a las figuras, que luego lleva a un horno montado en el fondo de su casa. En el horno las piezas toman contacto con el humo de hojas de guayaibí, lo que les da el color negro tan característico de las creaciones de Graciela.
La artesana contó que la inspiración para hacer su primer pesebre le vino en un sueño. Ni bien despertó, dibujó en la pared con un carbón las figuras soñadas, las de los tres Reyes Magos...
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