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Mostrando entradas de abril, 2015

#162 Ana

Esta medalla con la imagen de la Sagrada Familia me la regaló el 8 de diciembre -día de la Inmaculada Concepción- de 2014 mi amiga Ana, quien la compró en la santería Nuestra Señora del Carmelo, de Buenos Aires. Me la regaló junto con una hermosa tarjeta, también con las imágenes de José, María y el Niño. En el reverso, escribió esta dedicatoria: "Para que cuando la uses, todo el mundo pueda ver el pesebre que llevas en el corazón". ¡Qué augurio más hermoso, de los más bellos que me han dicho! A quien esté leyendo estas líneas, también le auguro lo mismo: quiera Dios que algún día, por su gracia, quien nos vea no nos vea a nosotros sino a Quien habita en nosotros. Que seamos pesebre y que de esa riqueza hable nuestro ser... Hubo una tal Ana -sí, como la que me regaló la medalla- que así vivió. Su vida, una larga vida, fue primero un camino de espera, de fidelidad en la fe, de oración continua, porque creía en la promesa de Dios a su pueblo. Así, esta Ana, una viuda, &quo

Pesebres invitados #26: Pesebres de aeropuerto

En noviembre de 2014, cuando emprendía el regreso de un viaje a Perú, me encontré con estos pesebres en una sala de espera del aeropuerto de Lima. Son nacimientos representativos de diferentes sitios de Perú -Iquitos, Puno, Chincha, Arequipa, Ayacucho, Cusco y Apurimac-, con las figuras de la Sagrada Familia con el atuendo típico de cada lugar, así como otros elementos del ambiente que hacen al paisaje y las tradiciones de cada sitio. Cada pesebre hablaba, desde lo autóctono, de un mismo misterio, el de la encarnación y el nacimiento de Jesús, a las miles de personas que habrán pasado ante él, habitantes de otras regiones del Perú y visitantes de otros países, portadores cada uno de culturas muy diversas... Todo el conjunto, la variedad de los pesebres y el sitio para exhibirlos, me pareció una preciosa metáfora de la fe inculturada, de cómo la fe echa raíces en contextos tan diversos y, a su vez, se ofrece como riqueza a todos, independientemente de su origen cultural. Jesús

#161 Pesebre y cruz

Este pesebre lo compré en noviembre de 2014 en Miraflores, Lima, Perú. Es una cruz para colgar de cerámica, azul, y en el centro está la Sagrada Familia, de rasgos indígenas. ¿Es un pesebre o es una cruz? Lo que me gusta de esta pieza es que une los dos momentos centrales de la vida de Jesús y de nuestra fe: su nacimiento y su pasión, muerte y resurrección, la Navidad y la Pascua. Contemplar esta pieza es asomarse a un doble misterio: lo que de cruz hubo en aquel pesebre de Belén y lo que de pesebre había escondido en la Cruz de Cristo. Jesús nace y muere pobre, despojado, perseguido, a la intemperie del mundo. Solo unos pocos le reconocen verdaderamente como Hijo de Dios y Rey, tanto en el pesebre como en la cruz. Tuvo que nacer en un pesebre porque para sus padres no había lugar en la posada de Belén, un signo anticipado del rechazo que luego padecería Jesús. Me estremece pensar que la entrega de Jesús no fue un acto único y aislado, el de morir en la Cruz. Verdaderamente su muerte