Este pesebre lo compré en Salta, Argentina, en 2004.
Tiene ocho piezas pequeñas de cerámica, en vivos colores, con figuras al estilo coya.
Precisamene en Salta, hermosa provincia del noroeste argentino, se representa desde la Navidad de 2008 un pesebre viviente coya, puntualmente en Campo Quijano, una pequeña localidad a unos 1.500 kilómetros al noroeste de Buenos Aires, ubicada en el Valle de Lerma, cerca de la desembocadura de la Quebrada del Toro, y a la que se conoce como “El portal de los Andes" ya que es la puerta de acceso a la ruta que conduce hacia la Puna.
El pesebre viviente, en el que participa más de un centenar de personas, es organizado por la parroquia Santiago Apostol para "revivir la Navidad desde la vivencia propia de la cultura, el canto y el arte de la vida coya, haciendo revalorizar el Evangelio vivo desde esas raíces". ¡Hermosa iniciativa!
Tiene ocho piezas pequeñas de cerámica, en vivos colores, con figuras al estilo coya.
Precisamene en Salta, hermosa provincia del noroeste argentino, se representa desde la Navidad de 2008 un pesebre viviente coya, puntualmente en Campo Quijano, una pequeña localidad a unos 1.500 kilómetros al noroeste de Buenos Aires, ubicada en el Valle de Lerma, cerca de la desembocadura de la Quebrada del Toro, y a la que se conoce como “El portal de los Andes" ya que es la puerta de acceso a la ruta que conduce hacia la Puna.
El pesebre viviente, en el que participa más de un centenar de personas, es organizado por la parroquia Santiago Apostol para "revivir la Navidad desde la vivencia propia de la cultura, el canto y el arte de la vida coya, haciendo revalorizar el Evangelio vivo desde esas raíces". ¡Hermosa iniciativa!
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