Este pesebre me lo regalaron mis padres, quienes lo trajeron de México, en un viaje en 2001.
Son catorce piezas de cerámica, de vivos colores, con motivos autóctonos. Las aureolas de las figurad son de metal.
El canastito que hace de cuna para el Niño es un agregado mío.
Con este pesebre quiero hacer un homenaje al arte de los nacimientos en México, que tiene en los belenes a unas de las tantas expresiones de su artesanado.
Según un artículo del antropólogo social Julio Glockner sobre el arte tradicional de los nacimientos en México, la costumbre en estas tierras de hacer figuras para el pesebre data de 1594, cuando las religiosas del monasterio de la Encarnación comenzaron a modelar piezas en cera.
De acuerdo al artículo, se han hallado en tierras mexicanas figuras de pesebre hechas en barro cocido, modelado y con pastillaje, de fines del siglo XVI y principios del XVII, que representan personajes ataviados a la usanza española de aquella época, dato que revela que el arte de hacer pesebres tiene ya varios siglos en este hermoso país.
Son catorce piezas de cerámica, de vivos colores, con motivos autóctonos. Las aureolas de las figurad son de metal.
El canastito que hace de cuna para el Niño es un agregado mío.
Con este pesebre quiero hacer un homenaje al arte de los nacimientos en México, que tiene en los belenes a unas de las tantas expresiones de su artesanado.
Según un artículo del antropólogo social Julio Glockner sobre el arte tradicional de los nacimientos en México, la costumbre en estas tierras de hacer figuras para el pesebre data de 1594, cuando las religiosas del monasterio de la Encarnación comenzaron a modelar piezas en cera.
De acuerdo al artículo, se han hallado en tierras mexicanas figuras de pesebre hechas en barro cocido, modelado y con pastillaje, de fines del siglo XVI y principios del XVII, que representan personajes ataviados a la usanza española de aquella época, dato que revela que el arte de hacer pesebres tiene ya varios siglos en este hermoso país.
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