Este pesebre lo compré en una talabartería del Puerto de Frutos de Tigre, en la provincia de Buenos Aires, en mayo de 2006.
Se trata de una pieza de madera, repujada en plata por los bordes, cubierta en pana negra por el revés y con piel de animal color gris sobre el frente, en cuyo centro está una figura de la Sagrada Familia en peltre.
Podría decirse que es un pesebre bien telúrico.
Llama la atención la piel de animal, probablemente muy parecida a la que habrán utilizado María y José en la fría noche de Belén para abrigarse a la espera del nacimiento de Jesús y darle luego algo de calorcito al niño recién alumbrado...
Hay que imaginar la escena: tal vez un buey o un burro que, con su piel, quizá su única "riqueza" en medio de aquel panorama tan pobre, dieron abrigo a Jesús.
¿Cómo podemos hoy nosotros dar calor humano a quienes lo necesitan?
Mientras lo pensamos, les dejo una canción, "Navidad en mi tierra". La letra es del compositor peuano Martín Scheuch y fue grabada por el grupo musical católico Takillakkta, tambiën de Perú.
Al leerla, dan ganas también de Ir hasta el pesebre para abrigar con un ponchito a Jesús:
"Por los cerros de mi tierra
peregrinan Santa María y San José.
Fría noche de diciembre
en que juntos van caminando hacia Belén.
A sus pasos brotan flores,
se alegran los ángeles junto al buen Dios.
Rían estrellas del cielo,
porque esta noche nace el Niño Jesús!
Campanas de gloria que nos llaman a Belén,
nuestra esperanza es un Niño
que ha nacido humilde en un pobre portal,
vamos, pueblo de mi tierra, vamos a adorar al niñito Dios.
Mi dulce Niño ha nacido
en una pobre cueva por este lugar,
pues los aldeanos no quieren
en esta noche a los pobres hospedar.
Una vaca y un burrito
hacen feliz al Niño dándole calor.
Yo quiero ir a ese establo
para abrigar con mi poncho al Niño Dios!
Unos humildes pastores
le traen al Niño lo que pueden dar:
lana de alpaca y de oveja,
opa de quinua y torrejas de maíz.
El viento de la montaña,
de unos bellos ángeles le trae la voz.
La Virgen y el Niño gozan
con estos presentes, ofrendas de amor."
Se trata de una pieza de madera, repujada en plata por los bordes, cubierta en pana negra por el revés y con piel de animal color gris sobre el frente, en cuyo centro está una figura de la Sagrada Familia en peltre.
Podría decirse que es un pesebre bien telúrico.
Llama la atención la piel de animal, probablemente muy parecida a la que habrán utilizado María y José en la fría noche de Belén para abrigarse a la espera del nacimiento de Jesús y darle luego algo de calorcito al niño recién alumbrado...
Hay que imaginar la escena: tal vez un buey o un burro que, con su piel, quizá su única "riqueza" en medio de aquel panorama tan pobre, dieron abrigo a Jesús.
¿Cómo podemos hoy nosotros dar calor humano a quienes lo necesitan?
Mientras lo pensamos, les dejo una canción, "Navidad en mi tierra". La letra es del compositor peuano Martín Scheuch y fue grabada por el grupo musical católico Takillakkta, tambiën de Perú.
Al leerla, dan ganas también de Ir hasta el pesebre para abrigar con un ponchito a Jesús:
"Por los cerros de mi tierra
peregrinan Santa María y San José.
Fría noche de diciembre
en que juntos van caminando hacia Belén.
A sus pasos brotan flores,
se alegran los ángeles junto al buen Dios.
Rían estrellas del cielo,
porque esta noche nace el Niño Jesús!
Campanas de gloria que nos llaman a Belén,
nuestra esperanza es un Niño
que ha nacido humilde en un pobre portal,
vamos, pueblo de mi tierra, vamos a adorar al niñito Dios.
Mi dulce Niño ha nacido
en una pobre cueva por este lugar,
pues los aldeanos no quieren
en esta noche a los pobres hospedar.
Una vaca y un burrito
hacen feliz al Niño dándole calor.
Yo quiero ir a ese establo
para abrigar con mi poncho al Niño Dios!
Unos humildes pastores
le traen al Niño lo que pueden dar:
lana de alpaca y de oveja,
opa de quinua y torrejas de maíz.
El viento de la montaña,
de unos bellos ángeles le trae la voz.
La Virgen y el Niño gozan
con estos presentes, ofrendas de amor."
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