Este pesebre de porcelana, en colores blanco, azules y ocres, lo compré en noviembre de 2014 en la tienda Falabella de Buenos Aires.
Es una única pieza, con las figuras muy delicadas de José, Maria y el Niño, rodeadas con un aro que culmina con la estrella de Belén.
Este aro me recuerda a los halos que muchas veces se pueden ver alrededor del Sol.El anillo azul-blanquecino se forma cuando la luz del Sol es defractada al pasar por los cirroestratos, unas nubes muy delgadas compuestas por pequeños cristales de hielo.
Estas nubes suelen formarse antes de la llegada de un frente cálido, que frecuentemente produce lluvia, por lo que el saber popular toma los halos alrededor del Sol como un vaticino de que en pocos días mas lloverá.
Me parece, por tanto, un elemento muy hermoso y simbólico en un pesebre, ya que Jesús es el "Sol que nace de lo alto" (Lucas 1,78) y con su llegada nos "dará lluvia para la semilla" sembrada en el campo, "y el grano de la cosecha del campo será rico y sustancioso" (Isaías 30, 23).
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