No sé cuál es su origen ni tengo el registro de cuándo llegó a mis manos. Solo recuerdo que venía con un pequeño almanaque adosado en la parte de abajo.
Este pesebre es pequeño, de madera pintada, muy sencillo, con una dulce imagen de la Sagrada Familia...
Su particularidad -y no se puede apreciar en la imagen, así que tendrán que confiar en mi palabra- es que por detrás tiene un imán, así que finalmente, por raro que suene, resulta una de esas clásicas piezas para adosar a la heladera...
Decía san Francisco de Sales (1567-1622) en su "Tratado del amor de Dios" que el Padre nos atrae como un imán al hierro, con mano amable, con destreza, pero sin privarnos de nuestra libertad.
Parafraseando a Jeremías (20, 7), Dios nos atrae... y nosotros nos dejamos atraer... como el imán con el hierro.
Este pesebre es pequeño, de madera pintada, muy sencillo, con una dulce imagen de la Sagrada Familia...
Su particularidad -y no se puede apreciar en la imagen, así que tendrán que confiar en mi palabra- es que por detrás tiene un imán, así que finalmente, por raro que suene, resulta una de esas clásicas piezas para adosar a la heladera...
Decía san Francisco de Sales (1567-1622) en su "Tratado del amor de Dios" que el Padre nos atrae como un imán al hierro, con mano amable, con destreza, pero sin privarnos de nuestra libertad.
Parafraseando a Jeremías (20, 7), Dios nos atrae... y nosotros nos dejamos atraer... como el imán con el hierro.
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