A este Niñito Jesús lo compré el 4 de mayo de 2010 en Roma, en una santería de una de las calles laterales al Vaticano. Apenas lo vi, me pareció precioso.
Es de cerámica. Jesús tiene un pañal blanco y aureola dorada. El rasgo saliente es que está sentado, chupándose el dedo índice y mirando hacia arriba... Es pura dulzura, pura inocencia.
Investigando si había imágenes similares, encontré un Niño que también se chupa el dedo, aunque en brazos de María. Se trata de la imagen de la Virgen del Voto, esculpida por el artista francés Félix Lecomte (1737-1817) para la catedral de Rouen, Francia, y que se caracteriza por que el niño Jesús chupa su dedo índice.
Según algunos expertos, Lecomte pudo haberse inspirado Para su creación en la imagen de la Virgen de Valmont, una estatuilla de marfil de finales del siglo XV. De acuerdo a s descripción, el peculiar gesto del Niño que pone dos dedos en su boca "corresponde a la necesidad de acercar el mundo de los hombres al de Dios, de hacer más familiar el mundo divino”.
Estas imágenes antiguas han inspirado la de La Buena Madre, muy venerada entre los hermanos maristas. En esta imagen , María mira directamente al rostro de su hijo en brazos, que se chupa un dedo. Es una imagen de profunda ternura, de paz, que habla de la plena confianza y seguridad que tiene un bebé al estar en lis brazos de su madre. Es una hermosa invitación a abandonarnos nosotros también en los brazos de nuestra Madre...
Según el historiador y marista francés André Lanfrey, este Niño arropado por María que, tal como el que presento aquí, succiona su dedo índice y no su pulgar, podría dar pie a una interpretación teológica, ya que "el índice es el dedo que, puesto sobre los labios, significa la voluntad de guardar silencio".
"Sería pues, una evocación del silencio del verbo encarnado. En cuyo caso, la figura de Cristo-niño haría alusión al texto de Filipenses 2,6-11: 'Él, de condición divina… se vació de sí mismo… haciéndose semejante a los hombres'…", señala Lanfrey.
Es de cerámica. Jesús tiene un pañal blanco y aureola dorada. El rasgo saliente es que está sentado, chupándose el dedo índice y mirando hacia arriba... Es pura dulzura, pura inocencia.
Investigando si había imágenes similares, encontré un Niño que también se chupa el dedo, aunque en brazos de María. Se trata de la imagen de la Virgen del Voto, esculpida por el artista francés Félix Lecomte (1737-1817) para la catedral de Rouen, Francia, y que se caracteriza por que el niño Jesús chupa su dedo índice.
Según algunos expertos, Lecomte pudo haberse inspirado Para su creación en la imagen de la Virgen de Valmont, una estatuilla de marfil de finales del siglo XV. De acuerdo a s descripción, el peculiar gesto del Niño que pone dos dedos en su boca "corresponde a la necesidad de acercar el mundo de los hombres al de Dios, de hacer más familiar el mundo divino”.
Estas imágenes antiguas han inspirado la de La Buena Madre, muy venerada entre los hermanos maristas. En esta imagen , María mira directamente al rostro de su hijo en brazos, que se chupa un dedo. Es una imagen de profunda ternura, de paz, que habla de la plena confianza y seguridad que tiene un bebé al estar en lis brazos de su madre. Es una hermosa invitación a abandonarnos nosotros también en los brazos de nuestra Madre...
Según el historiador y marista francés André Lanfrey, este Niño arropado por María que, tal como el que presento aquí, succiona su dedo índice y no su pulgar, podría dar pie a una interpretación teológica, ya que "el índice es el dedo que, puesto sobre los labios, significa la voluntad de guardar silencio".
"Sería pues, una evocación del silencio del verbo encarnado. En cuyo caso, la figura de Cristo-niño haría alusión al texto de Filipenses 2,6-11: 'Él, de condición divina… se vació de sí mismo… haciéndose semejante a los hombres'…", señala Lanfrey.
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