Esta pieza de origen italiano la compré en una tarde lluviosa de 2000 en una santería del caso antiguo de Santiago de Compostela, España.
Es un ángel y dos pequeños adorando al niño Jesús en el pesebre.
Todo el conjunto inspira dulzura. Nada más hay que observar sus rostros. La somnolencia es evidente. ¿Habrán pasado toda la noche en vela?
Los párpados se cierran. No dan más de sueño. Hasta el Niño vivaracho tiene los ojitos cansados...
De fondo escucho sonar este villancico, que comparto con un deseo de dulces sueños...
"El Niño Jesús tiene sueño, pero no se puede dormir.
Por mucho que lo acuna María,
sus ojos él no cesa de abrir.
El Niño Jesús tiene sueño, pero no se puede dormir.
Los males que él ha visto en el mundo
han comenzado a hacerle sufrir.
Por qué no prometemos a María,
por qué no le decimos a José
que vamos a ser buenos cada día,
que es como Jesús nos quiere ver.
Por qué no le decimos a María,
por qué no prometemos a José,
que vamos a ser todos como hermanos
y así se dormirá el Niño bien.
El Niño Jesús tiene sueño, pero no se puede dormir.
Por mucho que lo acuna María,
sus ojos él no cesa de abrir.
El Niño Jesús se ha dormido
en la noche fría de Belén.
Seguro que ha escuchado las promesas
que hicimos a María y a José.
EL Niño Jesús se ha dormido
en la noche fría de Belén."
Es un ángel y dos pequeños adorando al niño Jesús en el pesebre.
Todo el conjunto inspira dulzura. Nada más hay que observar sus rostros. La somnolencia es evidente. ¿Habrán pasado toda la noche en vela?
Los párpados se cierran. No dan más de sueño. Hasta el Niño vivaracho tiene los ojitos cansados...
De fondo escucho sonar este villancico, que comparto con un deseo de dulces sueños...
"El Niño Jesús tiene sueño, pero no se puede dormir.
Por mucho que lo acuna María,
sus ojos él no cesa de abrir.
El Niño Jesús tiene sueño, pero no se puede dormir.
Los males que él ha visto en el mundo
han comenzado a hacerle sufrir.
Por qué no prometemos a María,
por qué no le decimos a José
que vamos a ser buenos cada día,
que es como Jesús nos quiere ver.
Por qué no le decimos a María,
por qué no prometemos a José,
que vamos a ser todos como hermanos
y así se dormirá el Niño bien.
El Niño Jesús tiene sueño, pero no se puede dormir.
Por mucho que lo acuna María,
sus ojos él no cesa de abrir.
El Niño Jesús se ha dormido
en la noche fría de Belén.
Seguro que ha escuchado las promesas
que hicimos a María y a José.
EL Niño Jesús se ha dormido
en la noche fría de Belén."
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