Hoy este proyecto de El 60 a Belén, desde el blog y las redes sociales, cumple cinco años.
En este tiempo he descubierto que no colecciono pesebres. Colecciono "oportunidades" para poder escribir de Dios y sus misterios desde la humilde y tierna imagen del pesebre.Y estas oportunidades me son dadas, como don, no solo cuando consigo un nuevo pesebre, sino, mayormente, por tantas personas generosas que tienen presente esta iniciativa y me regalan un belén o comparten el que tienen. Así, me regalan estas oportunidades para hablar de Dios y llegar a otros con una invitación a contemplar y acercarse al Niño Jesús.
Cuando inicié este proyecto pensé que, fuera del tiempo de Adviento y Navidad, sería difícil alimentarlo y sostenerlo. ¡Me equivoqué! La Providencia se encarga muy bien de que no me falten "oportunidades" en ninguna época del año.
A veces busco pesebres en pleno junio y me responden: "no tenemos, no es temporada". Les respondo: "¡es que para mi siempre es temporada!".
Creo -de verdad lo creo- que Navidad es todos los días. O, por lo menos, debería serlo... pues el Señor está dispuesto a nacer en el pesebre de nuestro corazón cada día.
Por eso tengo por seguro que siempre es buen momento para contemplar el pesebre. Y, por último, tomo para mi el consejo de san Pablo: "insiste a tiempo y a destiempo" (Segunda Carta a Timoteo 4, 2).
Gracias a todos los que me regalan estas "oportunidades" y, principalmente, gracias a Dios...
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