Ir al contenido principal

#109 Jesús en minoría

Este niñito lo compré en Estambul, Turquía, en mayo de 2013, en la tienda AK Kristal, sobre la peatonal Istiklal.
De poliéster blanco, el Niño está acostado en una cuna que parece de mimbre con rueditas.
Justo al lado de la tienda donde lo compré está la iglesia de San Antonio de Padua, un hermoso templo de estilo italiano, el principal para la comunidad católica de Estambul, y donde, como curiosidad, predicó por casi diez años Juan XXIII antes de ser elegido Papa, cuando se desempeñaba en Turquía como nuncio apostólico.
Entré a la iglesia y uno no siente nada diferente... Algunas personas rezando en silencio, imágenes de santos y de María, una foto del Papa Francisco -¡orgullo argentino!-... Nada fuera de lo "común", digamos. Nada que te haga pensar que, en realidad, en Turquía, de mayoría musulmana, los cristianos, y aún más los católicos, son una clarísima minoría...
Las cifras difieren según las fuentes. Entre 65.000 y 150.000 cristianos. Católicos, unos 20.000, 40.000 según otros. Como sea, minoría absoluta en un país de 74 millones de habitantes.
Turquía se dice un país respetuoso de la libertad religiosa, pero los testimonios de los cristianos que aseguran ser discriminados por su fe o afrontar obstáculos para profesarla no son pocos.
Estos cristianos son depositarios de un legado muy valioso. Lo que hoy conocemos como Turquía fue hogar de los primeros pueblos paganos que abrieron su corazón a la Buena Noticia y se convirtieron. Fue tierra privilegiada de misión para grandes apóstoles de la fe, como Pablo y Juan. Vio nacer y crecer a muchas de las más fecundas comunidades cristianas de los primeros tiempos de la Iglesia. Fue escenarios de concilios. Patria de grandes y numerosos santos. Tierra fértil para la vida monacal primitiva. Y también fue escenario de penosos martirios... 
Ver los testimonios de este pasado y la vivencia de la fe en el presente en sitios como Turquía es realmente movilizador e interpelante para los cristianos que no vivimos a diario esta experiencia de ser una "minoría". Es una invitación a rezar por estos hermanos, a dar gracias por la libertad -que no siempre valoramos- para vivir y expresar nuestra propia fe y a defender el valor de la tolerancia y el respeto por las "minorías", empezando por las que están cerca nuestro...

Comentarios

Entradas populares de este blog

#254 Un ajuar para el Niño

Este Niño precioso me lo regaló mi amiga Annie Calzia en julio de 2018. Lo trajo de Santiago de Chile y por eso acudí a Teresa de los Andes (1900-1920), carmelita chilena canonizada en 1993, para escribir estas líneas. En una de sus cartas a su prima Herminia Valdés Ossa, Teresa le da algunos consejos para vivir el tiempo de Adviento, que está a punto de empezar. "Prepárate para Navidad. Piensa todos los días en Jesús que, siendo Dios eterno, nace como un tierno Niño; siendo Todopode­roso, nace pobre, sin tener con qué resguardarse del frío. Necesita de su Madre para vivir, siendo Él la Vida", le escribe a su prima, a quien llamaba cariñosamente "Gordita". Y a continuación le hace una "lista" para que le prepare un "ajuar" al Niño Jesús: "Camisitas para abrigarlo: cinco actos de amor diarios y deseos de recibirlo en la Comunión. 'Jesús mío, ven a mi pobre corazón, que sólo desea latir por Ti'. Mantillas para envolverle sus pi...

#275 El pozo de Belén

Este pesebre me lo regaló en mayo de 2019 mi amiga Daniela Temelini. El nacimiento fue hecho por la hermana de Daniela, carmelita descalza del Monasterio Santa Teresa de Jesús, de Buenos Aires. Cuando lo vi, lo que más me llamó la atención fue un aljibe al costado del pesebre. ¿Qué hace un pozo de agua allí? Lo curioso es que en Belén no hay uno sino tres pozos de agua históricos, cisternas cavadas en la roca, a poca distancia de la iglesia de la Natividad. Son los pozos del rey David, asociados al episodio de los tres valientes soldados que irrumpen en el campamento de los filisteos para buscar agua, narrado en el segundo libro de Samuel y el primero de Crónicas: "Estos tres, los más valientes de los treinta, bajaron juntos donde David, a la caverna de Adulam, en el tiempo de la siega, mientras que una tropa de filisteos acampaba en el valle de Refaím. David estaba en el refugio y había en Belén una guarnición filistea. Se le antojó decir a David: '¡Cómo me gustaría be...

#277 En la barquilla

Este pesebre me lo regaló en octubre de 2019 mi amiga Paula Molinari. Lo trajo de Jujuy, en el noroeste de Argentina, y es una única pieza de cerámica, en estilo andino. Las figuras de José, María y el Niño están dentro de una canoa de totoras -o caballito de totora, como se la denomina popularmente-, una embarcación típica de los pueblos originarios del lago Titicaca, en la frontera entre Bolivia y Perú. ¿Qué hace el Niño Jesús durmiendo en una barca? Santa Teresa de Lisieux utilizaba muchas veces esta imagen para hablar de la silenciosa presencia de Jesús en su alma, a veces tan sigiloso que parece dormir, incluso en medio de la tempestad, como lo hizo en la barca de los apóstoles. En sus diversos escritos, Teresita habla muchas veces de sí misma como una barquilla, una navecilla, un "frágil esquife". Por fe, sabe que Jesús va en su barca, que es el "piloto divino" quien marca el rumbo de su vida y la conduce a la ribera deseada, aunque a veces la travesía no es...