El nacimiento -así lo llaman en México- es de su hermana y su cuñado, a quienes les fue regalado por un amigo, el artista Gilberto Abarca Galeana, originario del estado de Guerrero, en la costa sur de México.
Es obra del propio Gilberto y está hecho con la corteza que cubre el coco.
"El nacimiento es una conmemoración anual del Nacimiento de Jesús, hecho de por sí importante para todos nosotros como cristianos. Y el hecho de representarlo con materiales locales hace que lo sintamos más cercano, más propio, hace que sintamos esta fiesta como un evento más cercano a nuestra cultura. Y aún más, que venga de un amigo tan especial, le da un significado más profundo", explica Juan.
De sus palabras rescato aquello de la "cercanía" que les inspira este nacimiento.
La Encarnación es, en sí, la consumación de la cercanía de Dios con nosotros... "Tú estás cerca, Señor" (Salmo 119). Tan cerca está que, siendo Dios, se hace Hombre, Dios-con-nosotros. Tan cerca que se une a nosotros en cada Eucaristía. Tan cerca que viene a hacer morada en nosotros...
"Dios está en todas partes, es inmenso y está cerca de todos, según atestigua de sí mismo: Yo soy -dice- un Dios cercano, no lejano. El Dios que buscamos no está lejos de nosotros, ya que está dentro de nosotros, si somos dignos de esta presencia. Habita en nosotros como el alma en el cuerpo, a condición de que seamos miembros sanos de él, de que estemos muertos al pecado. Entonces habita verdaderamente en nosotros aquel que ha dicho: Habitaré en medio de ellos y andaré entre ellos. Si somos dignos de que él esté en nosotros, entonces somos realmente vivificados por él, como miembros vivos suyos: Pues en él -como dice el Apóstol- vivimos, nos movemos y existimos".
San Columbano, abad (Instrucción 1, Sobre la fe)
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