Este pesebre me lo regaló en diciembre de 2015 mi amiga Gina Baldivieso de Arze, de La Paz, Bolivia.
"Es un nacimiento tiilincho", me dijo. "¿Un qué?"... Aunque sí había visto ya pesebres de este estilo, nunca antes había escuchado esa palabra...
El “tilincho” es una figura en miniatura, hecha de barro, cocida y pintada, con características de hombres o mujeres andinos: tez cobriza, vestimenta tradicional y costumbres indígenas y mestizas.
Los pequeños muñecos siempre tienen una expresión alegre, ojos grandes y un sonrisa amplia.
Normalmente representan escenas de la vida cotidiana o de oficios típicos de la cultura boliviana. Pero también está muy difundido el uso de estas pequeñas figuras en la confección de pesebres.
Por lo que pude rastrear, la invención de los "tilinchos" es un asunto disputado: se la atribuyen al historiador y artista plástico Ronald Roa Balderrama, del grupo Pukara; al arquitecto Jimmy Ledezma, que integró ese mismo colectivo de artistas; y al ceramista Wálter Meléndrez, quien hizo de estas miniaturas un producto boliviano de exportación, incluyendo varios modelos de nacimientos.
Y a todo esto, ¿de dónde viene la palabra "tilincho"? Deriva de "tili" o "t'ili", que en aymara significa "el más pequeño", una expresión que viene como anillo al dedo si hablamos de pesebres.A los "pequeños" y al "más pequeño" ha hecho referencia Jesús en los Evangelios. Es una figura que encierra un modelo de vida espiritual marcado como senda por el propio Jesús. Él mismo se hizo "el más pequeño", un auténtico "tilincho", para enseñarnos quién es verdaderamente grande en el Reino de los Cielos...
Me emocionan estos relatos, ante ellos no puedo más que contemplar a Jesús niño, rodeado de la humildad y grandeza del pesebre, y con el la Sagrada Familia, la base de la vida. Cintia Suarez
ResponderEliminarGracias, Cintia! Bendiciones para vos desde el pesebre de la vida...
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