Ir al contenido principal

#140 De balde



Este pesebre me lo regaló en agosto de 2014 Eduardo Molinari, un hermano de la parroquia.
Es una única pieza, de cerámica, de estilo andino, probablemente del noroeste de Argentina.
Se trata de una vasija de barro, con las figuras de la Sagrada Familia dentro y dos animalitos de corral al costado.
La vasija no solo está abierta por su boca, sino también por uno de sus costados, de tal manera que lo que contiene se ofrece y está fácilmente visible, a la mano...
En la cultura andina, las vasijas de barro se utilizan para guardar alimentos o bebidas.
Pero una vasija como la de este pesebre no serviría para contener sino para derramar... Su contenido se nos ofrece, pide dársenos. ¡Es una vasija diseñada al modo de ofrecer y dar de Dios!
Según el profeta Isaías, así dice el Señor para invitarnos a su banquete: "Oíd, sedientos todos, acudid por agua, también los que no tenéis dinero: venid, comprad trigo, comed sin pagar vino y leche de balde" (Isaías 55,1).
Esta última expresión, "de balde", es propia de las traducciones para España. En las ediciones para Latinoamérica la expresión es "gratis". Tomar o comer "de balde" es hacerlo gratis, sin que nos exijan un pago a cambio. Un regalo... ¡como este pesebre, que me llegó "de balde"!
Así se nos da Dios. Así nos ofrece su Amor. Gratuitamente.
A hombres sedientos y hambrientos como nosotros, tan pobres que no podríamos pagar, nos invita a un banquete sustancioso, con trigo, agua, vino y leche. El único requisito: tener ganas de comer y beber y acercarse con humildad pero sin miedo. Dios tiene en sus manos una vasija abierta por todos los lados, una vasija de boca ancha deseosa de derramarse para saciarnos...
Y todo gratis.
Al buscar el origen de la expresión "de balde", me sorprendió leer que proviene del árabe "batil" (vano, inútil). De aquí deriva, por ejemplo, "baldío", tierra sin cultivar, inútil. "De balde", por tanto, es lo gratuito por carecer de valor.
Visto así, no tiene sentido. Nada de lo que viene de Dios carece de valor. Por el contrario, si no tiene precio es porque no puede ser tasado con medida humana. Son riquezas inconmensurables.
Sucede que en este mundo estamos malacostumbrados a pagar por casi todo. Y de lo que cuesta poco o se nos ofrece gratuitamente sospechamos, creyendo que no es más que un señuelo para luego cobrarnos algo o que lo que se nos ofrece es malo. "Lo barato sale caro". "El primero te lo regalan, el segundo te lo venden". "Cuando la limosna es grande, hasta el ciego desconfía".
Tenemos una mirada tan corta y mezquina que ni a Dios le damos el beneficio de la duda. Nos cuesta creer y abrirnos a recibir un Amor absolutamente gratuito. Pero, ¿no es maravilloso mirar las manos de Dios con esta vasija disponible para nosotros sabiendo que se nos ofrece sin que nosotros podamos pagarla porque no tenemos con qué y que, aunque algo tuviéramos, no nos alcanzaría nunca para comprar la abundancia divina?
¡Qué descanso para el hombre saberse amado así por un Padre que no busca más que saciarnos y colmarnos de bienes! Y todo gratis. De balde.



Comentarios

Entradas populares de este blog

#254 Un ajuar para el Niño

Este Niño precioso me lo regaló mi amiga Annie Calzia en julio de 2018. Lo trajo de Santiago de Chile y por eso acudí a Teresa de los Andes (1900-1920), carmelita chilena canonizada en 1993, para escribir estas líneas. En una de sus cartas a su prima Herminia Valdés Ossa, Teresa le da algunos consejos para vivir el tiempo de Adviento, que está a punto de empezar. "Prepárate para Navidad. Piensa todos los días en Jesús que, siendo Dios eterno, nace como un tierno Niño; siendo Todopode­roso, nace pobre, sin tener con qué resguardarse del frío. Necesita de su Madre para vivir, siendo Él la Vida", le escribe a su prima, a quien llamaba cariñosamente "Gordita". Y a continuación le hace una "lista" para que le prepare un "ajuar" al Niño Jesús: "Camisitas para abrigarlo: cinco actos de amor diarios y deseos de recibirlo en la Comunión. 'Jesús mío, ven a mi pobre corazón, que sólo desea latir por Ti'. Mantillas para envolverle sus pi...

#275 El pozo de Belén

Este pesebre me lo regaló en mayo de 2019 mi amiga Daniela Temelini. El nacimiento fue hecho por la hermana de Daniela, carmelita descalza del Monasterio Santa Teresa de Jesús, de Buenos Aires. Cuando lo vi, lo que más me llamó la atención fue un aljibe al costado del pesebre. ¿Qué hace un pozo de agua allí? Lo curioso es que en Belén no hay uno sino tres pozos de agua históricos, cisternas cavadas en la roca, a poca distancia de la iglesia de la Natividad. Son los pozos del rey David, asociados al episodio de los tres valientes soldados que irrumpen en el campamento de los filisteos para buscar agua, narrado en el segundo libro de Samuel y el primero de Crónicas: "Estos tres, los más valientes de los treinta, bajaron juntos donde David, a la caverna de Adulam, en el tiempo de la siega, mientras que una tropa de filisteos acampaba en el valle de Refaím. David estaba en el refugio y había en Belén una guarnición filistea. Se le antojó decir a David: '¡Cómo me gustaría be...

#277 En la barquilla

Este pesebre me lo regaló en octubre de 2019 mi amiga Paula Molinari. Lo trajo de Jujuy, en el noroeste de Argentina, y es una única pieza de cerámica, en estilo andino. Las figuras de José, María y el Niño están dentro de una canoa de totoras -o caballito de totora, como se la denomina popularmente-, una embarcación típica de los pueblos originarios del lago Titicaca, en la frontera entre Bolivia y Perú. ¿Qué hace el Niño Jesús durmiendo en una barca? Santa Teresa de Lisieux utilizaba muchas veces esta imagen para hablar de la silenciosa presencia de Jesús en su alma, a veces tan sigiloso que parece dormir, incluso en medio de la tempestad, como lo hizo en la barca de los apóstoles. En sus diversos escritos, Teresita habla muchas veces de sí misma como una barquilla, una navecilla, un "frágil esquife". Por fe, sabe que Jesús va en su barca, que es el "piloto divino" quien marca el rumbo de su vida y la conduce a la ribera deseada, aunque a veces la travesía no es...