El 60 a Belén

Éste pesebre me lo regalaron en febrero de 2013. Es de cerámica con metal y fue comprado en Buenos Aires, aunque su origen es Italia. La pieza representa a un libro. Casi todos interpretan que es la Biblia... En el lomo está grabada una rosa. En la tapa, hay una corona de muérdago, rodeando a las figuras en metal de Jesús, María y José. La Sagrada Familia no sólo está ubicada en el medio de la portada sino en el centro mismo del libro, en su interior. Para mí, es todo un simbolismo: Jesús está en el centro de la Palabra. Marca un antes y un después en la historia del pueblo de Dios... Hace nuevo lo antiguo... y no me refiero sólo a los "testamentos". Verdaderamente es novedad para la vida del hombre. Es en sí Vida y desde allí hace nuevas todas las cosas. Hace días que se me ha pegado el estribillo de una canción que precisamente habla de esto. Hoy, día de Pascua de Resurrección, y en estos tiempos tan particulares de verdadera y profunda renovación, ¡te deseo que se te p

Este pesebre me lo regaló en diciembre de 2012 papá, que lo compró en la tienda Foreva, en el barrio de Once, en Buenos Aires. Es una sola pieza, de cerámica, con las figuras del pesebre que simulan estar dentro de una piña alargada recortada. Al atesorar las semillas del pino, la piña es símbolo de fertilidad y de vida nueva. Es por ello que es uno de los elementos típicos de la ornamentación navideña, donde celebramos un nacimiento, el de Jesús, que es portador de Vida nueva para todos. ¡Un símbolo maravilloso para los días de gracia y esperanza que nos tocan vivir!

Éste es un pesebre en miniatura, de cerámica, de cuatro piezas, con las figuras de la Sagrada Familia con una expresión muy esperanzadora y de una genuina y sencilla felicidad. Hoy, 14 de marzo de 2013, he visto muchos rostros con esta misma expresión en las calles de Buenos Aires. Hoy no es un día más. Tenemos nuevo pastor, uno que ya era nuestro pastor de Buenos Aires y que ahora compartimos con el mundo entero. Eligió llamarse Francisco, como el santo de Asís, el santo de la humildad... ¡y también el santo del pesebre! Hoy, en su primera homilía como Papa, Francisco invitó a caminar, a construir y a confesar a Jesús... sin dejar de abrazar la Cruz. No hay -no habrá- de otro modo verdadera Iglesia. Es una auténtica y renovada invitación a cruzar el umbral de la esperanza, el mismo del que tanto nos habló Juan Pablo II, el mismo umbral desde el que nos miran hoy Jesús, María y José... Dedico estas palabras a tantos hermanos en Cristo, muchos anónimos, con quienes me crucé ayer y

Este Niñito, de estilo clásico, de plástico, me lo regaló mi ahijado Tommy en diciembre de 2012. Estábamos en la misa de la Inmaculada y, tal como sucedió en 2011, a los chicos presentes le regalaban un Niñito. Como a su hermanito Juachi también le dieron uno, Tommy decidió regalarme el suyo... Ya había tenido este mismo gesto el año anterior. Así que esto me llevó a reflexionar sobre qué hace que un valor, en este caso el de la generosidad, se vuelva una costumbre en nosotros. Creo que cuando un valor es hábito en alguien, en ese corazón hay una virtud. Pero la virtud no nace por generación espontánea. Hay que cultivarla, como una planta. Regarla, abonarla, removerles de vez en cuando la tierra, podarla también, hasta fumigarla si es necesario y, por supuesto, hablarle con dulzura... Y así nacen los frutos de los valores hechos virtud. ¡Pidamos al Buen Jardinero que demos fruto abundante!

Este pesebre me lo regaló mamá, que lo compró en diciembre de 2012 en la Feria Internacional de Artesanías de La Rural, de Buenos Aires, en el stand de Rúbrica, de los artesanos en madera Ariel y Patricia Duboué, de Río Ceballos, en las sierras de la provincia argentina de Córdoba. Es una pieza para colgar en madera, con una talla de la Sagrada Familia, con diferentes tintes. Se pueden ver las vetas de la madera. Las vetas se forman porque los períodos de crecimiento de un árbol difieren año a año y quedan marcados en el tronco. Si se hace un corte transversal, se pueden ver estos períodos como anillos concéntricos de diversa coloración, espesor y dureza. Pero si el corte es longitudinal, entonces veremos vetas: claras y oscuras, rugosas y lisas, anchas y delgadas, con nudos, con agujeros, brillantes y opacas... Así también nuestra vida, incluso nuestra vida de fe, atraviesa por diferentes períodos que nos dejan marcas, vetas. Aceptarlas, valorarlas, es parte de nuestro aprendizaje

Este pesebre lo compré en diciembre de 2012 en la Feria Internacional de Artesanías de La Rural, de Buenos Aires, en el stand de Cerámica Arce, artesanos de Arequipa, Perú. Es un pesebre al estilo esquimal, de ocho piezas en cerámica. La Sagrada Familia tiene los rasgos del pueblo inuit. Jesús no está sobre una cunita de paja, sino sobre un trineo. No hay burro ni buey, sino un pingüino y dos osos polares. Tampoco hay establo sino un iglú... Iglú significa casa. Es un refugio, un modo de supervivencia ante un medio natural tan adverso como el de las zonas árticas. Representa el calor de hogar ante la extrema frialdad del mundo circundante. ¡Qué el pesebre sea para todos como un iglú, un refugio donde encontrar el verdadero calor que nace del amor de Dios!

Esta pieza la compré en diciembre de 2012 en la Feria Internacional de Artesanías de La Rural, de Buenos Aires, en el stand de Cerámica Arce, artesanos de Arequipa, Perú. Se trata de una figura en cerámica, en vivos colores, de María, con Jesús en brazos, sobre un burro llevado por José, de rasgos andinos. Es la escena de la huida a Egipto, de la que da cuenta Mateo en su evangelio. Según Benedicto XVI, en su libro "La infancia de Jesús", la clave para entender el sentido profundo de este pasaje del evangelio está en una frase del libro de Oseas: "Desde Egipto llamé a mi hijo". Desde Mateo, es Cristo el Hijo a quien el Padre llama desde Egipto. Es un relato que nos remite a Moisés y el éxodo del pueblo judío, pero, según explica Benedicto XVI, "la historia de Israel comienza otra vez y de un modo nuevo con el retorno de Jesús de Egipto a la Tierra Santa" porque la primera llamada para volver del país de la esclavitud -no solo Egipto, sino la esclavi

Este Niño Jesús lo compré en diciembre de 2012 en la Feria Internacional de Artesanías, en La Rural, de Buenos Aires, en el stand de la provincia de Jujuy. Se lo compré a Enzo, un adolescente que hizo con sus manos esta pieza junto a su padre, Vicente Sandoval, reconocido artesano de La Intermedia, Jujuy. La Intermedia es un paraje de la Puna, a 3.500 metros de altura, donde viven unas cincuenta familias. De día hace un calor intenso y de moche, mucho frío, que solo se aguanta con poncho, como el que tiene puesto este Niño Jesús de cerámica, con rasgos puneños, que descansa sobre un pesebre de paja montado dentro de media vasija. Vicente Sandoval tiene 51 años y es artesano desde los 24, cuando decidió decirse a este oficio luego de contemplar piezas realizadas en arcilla por los antiguos pobladores de la Puna. Trabaja en su propia casa dando forma con técnicas aborígenes a sus piezas de cerámica en las que refleja las costumbres y tradiciones del norte jujeño. Entre estad escena

Este pesebre lo compré en diciembre de 2012 en la Feria Internacional de Artesanías, en La Rural, de Buenos Aires, en un stand de la provincia argentina de Formosa. Este nacimiento en particular fue elaborado en una comunidad wichi de la localidad formoseña de Ingeniero Juárez. Está hecho con fibra de hoja de chaguar, una bromelia del monte. Sobre un disco, están montadas las figuras de José, María y el Niño y de dos pastores. Lo distintivo es que están arrodillados en ronda alrededor de Jesús. La ronda o círculo ceremonial es común en los ritos de diversas culturas. Muchas veces las rondas rituales se hacen en torno a una fogata, un fuego vivaz símbolo del Sol, de lo divino. El centro, el foco, es Dios mismo, como en este pesebre wichi.

Esta imagen me la regaló mamá, que la compró en diciembre de 2012 en la Feria Internacional de Artesanías de La Rural, de Buenos Aires, en stand de Batik, de Coco Enciso, que realiza en la capital argentina tapices, artefactos de iluminación y tarjetería utilizando la técnica del batik. Este pesebre está hecho en un retazo de tela, pintado en vivos colores, montado sobre una cartulina para tarjeta. El batik es una técnica artística de origen oriental. El nombre proviene de una voz javanesa, "ambatik", y la terminación “tik” significa “un poco”, “una gota”. Como técnica para imprimir tejidos, requiere de mucha paciencia pues es un proceso lento. La tela se va tiñendo en diferentes pasos, utilizando cada vez un color y cera para evitar teñir ciertas partes. Es un trabajo que nos llama a cultivar la paciencia, aquella necesaria para lograr lo verdaderamente bello y bueno.

Este pesebre lo compré en diciembre de 2012 en la Feria Internacional de Artesanías de La Rural, en Buenos Aires, en stand de Punto Sur Miniaturas, de los artesanos miniaturistas Florencia Laje y Ernesto Baldini, del barrio porteño de La Paternal. Está hecho en madera y sus dimensiones son de apenas 3 x 2,5 centímetros. Maravilla ver cómo se ha hecho este trabajo tan diminuto. Maravilla también contemplar el misterio de cómo Dios, desde su grandeza, se hace tan pequeño en el nacimiento de Jesús... Es una hermosa invitación a hacernos pequeños, humildes de corazón, sencillos... Ya nos lo dijo Jesús: el que se haga pequeño como un niño, ése será el más grande en el Reino de los Cielos.

¿Y si Jesús hubiera nacido en China? ¿Se imaginan? Se hubiera llamado 耶稣, o "Yē sū", en pinyin... Tal vez hubiera multiplicado arroz, en vez de panes y peces.... De seguro, hubiera tenido ojitos rasgados, como el Niño de este pesebre tan peculiar donde todas las figuras -¡hasta el ángel!- tienen rasgos chinos. Esta pieza en cerámica me la regaló papá, que la compró en noviembre de 2012 en una tienda del barrio porteño de Once. Es muy peculiar no solo por los rasgos y los atuendos típicamente chinos, sino por la disposición de las figuras. Generalmente en los pesebres, Jesús está en el medio mirando hacia quien contempla toda la escena, con María y José a cada uno de los lados y el ángel cuidándole las espaldas. Aquí la disposición es muy distinta: Jesús mira a su mamá. A sus espaldas, los reyes. Sé que puede resultar un poco infantil imaginar un Jesús chino, pero en todo caso este pesebre me parece un lindo homenaje a tantos hermanos cristianos que viven en China, una tier

No sé cuál es su origen ni tengo el registro de cuándo llegó a mis manos. Solo recuerdo que venía con un pequeño almanaque adosado en la parte de abajo. Este pesebre es pequeño, de madera pintada, muy sencillo, con una dulce imagen de la Sagrada Familia... Su particularidad -y no se puede apreciar en la imagen, así que tendrán que confiar en mi palabra- es que por detrás tiene un imán, así que finalmente, por raro que suene, resulta una de esas clásicas piezas para adosar a la heladera... Decía san Francisco de Sales (1567-1622) en su "Tratado del amor de Dios" que el Padre nos atrae como un imán al hierro, con mano amable, con destreza, pero sin privarnos de nuestra libertad. Parafraseando a Jeremías (20, 7), Dios nos atrae... y nosotros nos dejamos atraer... como el imán con el hierro.