Ir al contenido principal

Pesebre invitado #71: Leño

"He venido a traer fuego a la tierra y ¡cuánto desearía que ya estuviera ardiendo!" (Lucas 12, 49).
Esta foto la tomé el 30 de agosto de 2018 en la Basílica Santa Rosa de Lima, de Buenos Aires. En esta hermosa iglesia tienen un pesebre expuesto todo el año. Todo el conjunto tiene una gran calidez...
A los pies del Niño Jesús hay algo que ante algunos ojos puede resultar accesorio, casi como un adorno o un elemento de "relleno" del pesebre: un atadito de ramas y leña...
Pero a mi me llamó la atención. Está allí listo para ser encendido, como esperando a Quien dice "he venido a traer fuego a la tierra".
La imagen del fuego y el leño ha sido utilizada por muchos místicos para intentar describir cómo el amor de Dios, como un fuego, embiste, enciende, purifica y transforma al "leño" que somos, hasta ser una sola llama con Él.
Observa el Maestro Eckhart, un teólogo dominico alemán de finales del siglo XIII, que cuando el fuego quiere atraer a sí al leño e infundirse a sí mismo en la leña, lo que encuentra frente a si no es su igual.
"Se requiere entonces un cierto tiempo. El fuego principia por poner calor y ardor en el leño, después aparece el humo y los crujidos, porque el leño es todavía distinto del fuego. Pero a medida que ingresa el ardor en él, más se vuelve calmo y tranquilo, y cuanto más igual se hace al fuego tanto más se le somete hasta que se hace todo fuego" (Eckhart, Sermón 11).
Es un proceso, con sus etapas, su ritmo y efectos diversos en cada fase.
"Cuando el fuego prende en el leño y éste se inflama y se convierte en ascua, lo consume y lo transforma totalmente con respecto a su apariencia anterior, le quita la aspereza y su frialdad, su peso y su humedad y lo hace cada vez más semejante a su misma naturaleza de fuego. Pero no se extinguen ni se satisfacen o acallan la leña ni el fuego con el logro de un cierto calor o con una llama mutua; es preciso que el fuego nazca del mismo leño y le comunique su propia naturaleza, su propia esencia, de modo que todo sea un fuego homogéneo y cada vez más indistinto, de modo que desaparezca entre ellos hasta la más pequeña diferencia. Antes de alcanzar este punto hay un rugir y pugnar, un chisporroteo y una lucha entre el fuego y el leño. Entonces el fuego se torna tranquilo, se extingue y el leño desaparece" (Eckhart, "El libro del consuelo divino").
Preciosa imagen de lo que el amor de Dios puede y desea obrar en nosotros. Ser uno en el fuego de su amor...
Pidámosle al Señor la gracia de estar a sus pies, listos para que nos encienda con su fuego, como el atadito de ramas de este pesebre... la gracia de que nuestro corazón arda, como el de los discípulos de Emaús, cuando Jesús camina con nosotros y nos comparte su Palabra y su Pan...



"Oh llama de amor viva,
que tiernamente hieres
de mi alma en el más profundo centro!
Pues ya no eres esquiva,
acaba ya, si quieres;
rompe la tela de este dulce encuentro!"

San Juan de la Cruz, "Llama de amor viva"


Comentarios

Entradas populares de este blog

#254 Un ajuar para el Niño

Este Niño precioso me lo regaló mi amiga Annie Calzia en julio de 2018. Lo trajo de Santiago de Chile y por eso acudí a Teresa de los Andes (1900-1920), carmelita chilena canonizada en 1993, para escribir estas líneas. En una de sus cartas a su prima Herminia Valdés Ossa, Teresa le da algunos consejos para vivir el tiempo de Adviento, que está a punto de empezar. "Prepárate para Navidad. Piensa todos los días en Jesús que, siendo Dios eterno, nace como un tierno Niño; siendo Todopode­roso, nace pobre, sin tener con qué resguardarse del frío. Necesita de su Madre para vivir, siendo Él la Vida", le escribe a su prima, a quien llamaba cariñosamente "Gordita". Y a continuación le hace una "lista" para que le prepare un "ajuar" al Niño Jesús: "Camisitas para abrigarlo: cinco actos de amor diarios y deseos de recibirlo en la Comunión. 'Jesús mío, ven a mi pobre corazón, que sólo desea latir por Ti'. Mantillas para envolverle sus pi

#275 El pozo de Belén

Este pesebre me lo regaló en mayo de 2019 mi amiga Daniela Temelini. El nacimiento fue hecho por la hermana de Daniela, carmelita descalza del Monasterio Santa Teresa de Jesús, de Buenos Aires. Cuando lo vi, lo que más me llamó la atención fue un aljibe al costado del pesebre. ¿Qué hace un pozo de agua allí? Lo curioso es que en Belén no hay uno sino tres pozos de agua históricos, cisternas cavadas en la roca, a poca distancia de la iglesia de la Natividad. Son los pozos del rey David, asociados al episodio de los tres valientes soldados que irrumpen en el campamento de los filisteos para buscar agua, narrado en el segundo libro de Samuel y el primero de Crónicas: "Estos tres, los más valientes de los treinta, bajaron juntos donde David, a la caverna de Adulam, en el tiempo de la siega, mientras que una tropa de filisteos acampaba en el valle de Refaím. David estaba en el refugio y había en Belén una guarnición filistea. Se le antojó decir a David: '¡Cómo me gustaría be

Niños invitados #39: Los "Manuelitos" de Mama Antula

En agosto de 2016 tuve la oportunidad de visitar la Santa Casa de Ejercicios Espirituales, de Buenos Aires, faltando pocos días para la beatificación de la fundadora de este sitio histórico, María Antonia de Paz y Figueroa . Conocida popularmente como Mama Antula, María Antonia nació en la provincia argentina de Santiago del Estero en 1730, cuando aquel territorio dependía del Virreinato del Perú. A los 15 años hizo votos de pobreza y castidad, adoptó el nombre de María Antonia de San José y, junto a otras compañeras, bajo una forma de vida consagrada conocida entonces como "beaterio", se dedicó a asistir a los jesuitas en su labor pastoral y social, en particular en los Ejercicios Espirituales de san Ignacio de Loyola. La figura de Mama Antula se hizo conocida gracias a su empeño por mantener vivo el carisma ignaciano luego de que en 1767 el rey español Carlos III decretara la expulsión de los jesuitas de sus territorios, lo que la movió a recorrer varias provincias del n