Ir al contenido principal

#290 Un árbol junto a las aguas


Este pesebre, hecho por Dulces Recuerdos, lo compré en Mar del Plata (Argentina) en diciembre de 2021. Junto al pesebre hay un árbol que me recuerda a aquel mencionado por el profeta Jeremías y en el primero de los salmos:
"¡Bendito el que confía en Yavé, y que en él pone su esperanza! Se asemeja a un árbol plantado a la orilla del agua, y que alarga sus raíces hacia la corriente: no tiene miedo de que llegue el calor, su follaje se mantendrá verde; en año de sequía no se inquieta, ni deja de producir sus frutos" (Jeremías 17, 7-8).
"Dichoso el hombre que no va a reuniones de malvados, ni sigue el camino de los pecadores ni se sienta en la junta de burlones, mas le agrada la Ley del Señor y medita su Ley de noche y día. Es como árbol plantado junto al río que da fruto a su tiempo y tiene su follaje siempre verde. Todo lo que él hace le resulta" (Salmo 1, 1-3).
Es como una bienaventuranza de quien busca la voluntad de Dios y confía en Él: ese es quien busca el Agua Viva y, como un árbol al borde del manantial, permanece junto a la fuente cristalina que es Cristo.
Es una figura potente y muy rica la de un árbol plantado a las orillas de un río, como puede ser el fresno, el álamo o el abedul.
Los árboles de este tipo suelen tener un crecimiento indefinido -son bastante altos- y un follaje verde muy frondoso que da sombra generosa.
No dependen del riego humano ni de la lluvia sino que buscan el agua hundiendo sus raíces. Una raíz principal bien profunda, directo a la fuente de agua y anclando su crecimiento en la firmeza de la tierra, y otras raíces secundarias que se extienden a su alrededor, algunas en superficie y visibles, con llamativas formas, y otras muy profundas, todas como anclaje.
Esto les permite nutrirse y beber, aun en tiempos de sequía, para mantenerse vivos y dar frutos, pero también mantenerse firmes ante el azote de los vientos tempestuosos o cuando el río se desborda impetuoso. Incluso, gracias a su extenso sistema de raíces, que forma como una malla subterránea, fija la tierra, evitando la erosión del suelo y previniendo deslaves, una hermosa metáfora de quien permanece firme junto al Agua Viva que se nos regala en el pesebre.

Comentarios

Entradas populares de este blog

#254 Un ajuar para el Niño

Este Niño precioso me lo regaló mi amiga Annie Calzia en julio de 2018. Lo trajo de Santiago de Chile y por eso acudí a Teresa de los Andes (1900-1920), carmelita chilena canonizada en 1993, para escribir estas líneas. En una de sus cartas a su prima Herminia Valdés Ossa, Teresa le da algunos consejos para vivir el tiempo de Adviento, que está a punto de empezar. "Prepárate para Navidad. Piensa todos los días en Jesús que, siendo Dios eterno, nace como un tierno Niño; siendo Todopode­roso, nace pobre, sin tener con qué resguardarse del frío. Necesita de su Madre para vivir, siendo Él la Vida", le escribe a su prima, a quien llamaba cariñosamente "Gordita". Y a continuación le hace una "lista" para que le prepare un "ajuar" al Niño Jesús: "Camisitas para abrigarlo: cinco actos de amor diarios y deseos de recibirlo en la Comunión. 'Jesús mío, ven a mi pobre corazón, que sólo desea latir por Ti'. Mantillas para envolverle sus pi

#275 El pozo de Belén

Este pesebre me lo regaló en mayo de 2019 mi amiga Daniela Temelini. El nacimiento fue hecho por la hermana de Daniela, carmelita descalza del Monasterio Santa Teresa de Jesús, de Buenos Aires. Cuando lo vi, lo que más me llamó la atención fue un aljibe al costado del pesebre. ¿Qué hace un pozo de agua allí? Lo curioso es que en Belén no hay uno sino tres pozos de agua históricos, cisternas cavadas en la roca, a poca distancia de la iglesia de la Natividad. Son los pozos del rey David, asociados al episodio de los tres valientes soldados que irrumpen en el campamento de los filisteos para buscar agua, narrado en el segundo libro de Samuel y el primero de Crónicas: "Estos tres, los más valientes de los treinta, bajaron juntos donde David, a la caverna de Adulam, en el tiempo de la siega, mientras que una tropa de filisteos acampaba en el valle de Refaím. David estaba en el refugio y había en Belén una guarnición filistea. Se le antojó decir a David: '¡Cómo me gustaría be

Niños invitados #39: Los "Manuelitos" de Mama Antula

En agosto de 2016 tuve la oportunidad de visitar la Santa Casa de Ejercicios Espirituales, de Buenos Aires, faltando pocos días para la beatificación de la fundadora de este sitio histórico, María Antonia de Paz y Figueroa . Conocida popularmente como Mama Antula, María Antonia nació en la provincia argentina de Santiago del Estero en 1730, cuando aquel territorio dependía del Virreinato del Perú. A los 15 años hizo votos de pobreza y castidad, adoptó el nombre de María Antonia de San José y, junto a otras compañeras, bajo una forma de vida consagrada conocida entonces como "beaterio", se dedicó a asistir a los jesuitas en su labor pastoral y social, en particular en los Ejercicios Espirituales de san Ignacio de Loyola. La figura de Mama Antula se hizo conocida gracias a su empeño por mantener vivo el carisma ignaciano luego de que en 1767 el rey español Carlos III decretara la expulsión de los jesuitas de sus territorios, lo que la movió a recorrer varias provincias del n