Esta imagen del Niño Jesús la tomé el 23 de diciembre de 2016 en la plaza Miserere, de Buenos Aires. Los porteños llamamos comúnmente a este sitio plaza Once y es un lugar donde, en la jerga del Papa Francisco, se junta más de una "periferia existencial". Como está vecina a una de las principales estaciones ferroviarias de Buenos Aires, la plaza es un sitio de continuo paso para miles y miles de personas al día, cada una cargada con sus ocupaciones, preocupaciones y cruces... Pero no hay solo gente de paso. También hay personas para quienes la plaza es su "casa", vendedores ambulantes, gente sin techo, niños que pasan el día aquí... y para quienes la inseguridad, la prostitución callejera y las drogas son parte de su paisaje cotidiano. Es un sitio lleno de realidades muy duras y complejas, un lugar que normalmente la gente prefiere evitar por "peligroso" y "marginal". Pero aquí encontré a este Niño Jesús. Lo llevaron desde la cercana parroquia
«Vayamos hasta Belén y veamos lo que ha sucedido» (Lc 2, 15).