Hoy este blog cumple tres años... No tiene muchas pretensiones de diseño o literarias, sino más bien quisiera una sola cosa: que por unos segundos quien entre a este sitio cruce su mirada con la del Niño del pesebre. Estoy convencida de que a Él le basta un solo instante para cautivar un corazón... Por eso, como diría santa Teresa, "solo os pido que le miréis"... y que no dejen de andar nunca por las sendas de la vida que conducen a Belén. ¡Gracias a todos!
«Vayamos hasta Belén y veamos lo que ha sucedido» (Lc 2, 15).