Este pesebre lo compré el 13 de septiembre de 2014 en la santería junto al Santuario de la Virgen del Rosario, en San Nicolás de los Arroyos, en la provincia de Buenos Aires (Argentina). Es una sola pieza, en cerámica, con vivos colores, del pobre portal de Belén, con las figuras, llenas de infantil inocencia, de la Sagrada Familia, los tres reyes y unos animalitos... Dos palmeras de plástico completan el conjunto. Fue para mí una hermosa sorpresa descubrir, a partir de esta visita a la Virgen, las numerosos menciones que la Madre ha hecho al nacimiento de su Hijo y al misterio de la Navidad entre los mensajes que dio en San Nicolás. En muchos de estos mensajes, María invita a preparar los corazones para la Navidad, para recibir a Jesús con humildad, orando y acudiendo a los sacramentos. Pide hacer de nuestros corazones "pesebres" donde su Hijo "sea acunado con amor" (10/12/1988). Pero es una invitación no tan sólo válida para el tiempo de Adviento, sino siemp
«Vayamos hasta Belén y veamos lo que ha sucedido» (Lc 2, 15).