Este Niño precioso me lo regaló en noviembre de 2023 mi amiga Annie Calzia, que lo hizo especialmente para mi. La cabecita es de yeso y la manta que lo envuelve es de tela con cola y tiza, todo pintado a mano con pigmentos naturales, leche y talco. "Es el manto de la Virgen de Guadalupe", me dijo Annie cuando me lo regaló. Un manto azul-verde, color que en la cultura azteca es propio de una emperatriz, con 46 estrellas estampadas en la tela. Repasando un poco la historia de las apariciones de la Virgen de Guadalupe en el cerro del Tepeyac, en el norte de la ciudad de México, entre el 9 y el 12 de diciembre de 1531, reparé en el tono maternal con el que María le habló en aquellos días a san Juan Diego Cuauhtlatoatzin. Lo trata con mucha dulzura. Incluso, las expresiones de firmeza, lejos de toda imposición, son para infundir seguridad en Juan Diego. Lo consuela, lo anima, lo ayuda a superar los miedos, lo impulsa por los caminos de la voluntad divina... Meditando en esta acti
«Vayamos hasta Belén y veamos lo que ha sucedido» (Lc 2, 15).