Este pesebre lo compré en mayo de 2017 en Porto de Galinhas (Pernambuco, en el norte de Brasil), en la tienda Luz e Arte. Las figuras son muy alegres y coloridas y están a la sombra de una cáscara de xixá, fruto de un árbol del mismo nombre que crece particularmente en el Cerrado, una amplia ecorregión de sabana tropical de Brasil. Este fruto también recibe otros nombres, como araxixão, chichá, mandoví, amémdoa do cerrado, castanha de macaco, amendoim de bugre, pau vidro y pau de bóia. El vocablo "xixá" viene de la lengua aborigen tupí y significa "fruto semejante a una mano o puño cerrado", una buena descripción de la forma de este fruto, que esta formado por unas cuatro o cinco cápsulas que en su interior guardan de cinco a ocho semillas ovaladas, semejantes a almendras en su forma y cuyo sabor es una mezcla entre maní y coco. Este fruto, exteriormente, va cambiando de color. De verde pasa a amarillo. Y cuando madura es de un rojo intenso, muy llamativo. Entonc
«Vayamos hasta Belén y veamos lo que ha sucedido» (Lc 2, 15).