Este pesebre me lo regaló mi papá para la Navidad 2016. Está hecho en resina, tiene diez piezas, es de la marca Domine y fue comprado en la librería Nuestra Señora del Carmelo, de Buenos Aires. La escena que recrea este pesebre es la de la adoración, en la que, según el relato evangélico, los magos de Oriente se "postraron" ante el Niño Jesús. Si observan con detenimiento, verán que todas las figuras, salvo la del Niño, están inclinadas hacia adelante. Algunos están arrodillados, otros en genuflexión, otros solo con el torso inclinado... Si se fijan, las posiciones son similares, pero cada una tiene su peculiaridad, no hay dos idénticas. Y es que al orar, y en particular en la adoración a Jesús, nuestro ser, alma y cuerpo, adopta actitudes y posiciones, interiores y exteriores, que buscan expresar algo ante Dios desde nuestra singularidad y desde nuestras circunstancias. Santo Domingo Guzmán adoptaba diferentes posiciones al orar . De pie, hacía una inclinación profunda an
«Vayamos hasta Belén y veamos lo que ha sucedido» (Lc 2, 15).