Este pequeño cuadro apareció un día de principios de mayo de 2016 en el acceso al bautisterio de mi parroquia, la Basílica de María Auxiliadora, de Buenos Aires. La imagen muestra a María, con el Niño en brazos, y a José, y por debajo un caserío: es Belén. María y José observan desde arriba la pequeña ciudad. Pero su mirada no es altiva. Fueron hasta allí para cumplir con un decreto imperial de censarse. Como José pertenecía a la familia de David, tenían que inscribirse n Belén, la ciudad natal del célebre rey. Pero estando ya allí le llegó a María la hora de dar a luz a Jesús. Y el alumbramiento fue en un pesebre porque, como lo señala el Evangelio de Lucas, "no había lugar para ellos en el albergue" de Belén. No sabemos si fue porque el sitio estaba completo de huéspedes, o porque no tenían cómo pagar el hospedaje, o porque nadie les tendió una mano... lo cierto es que "no había lugar para ellos". Pudieron haber alegado la condición de José de miembro del li
«Vayamos hasta Belén y veamos lo que ha sucedido» (Lc 2, 15).