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Mostrando entradas de julio, 2016

Pesebre invitado #38: Mirando a Belén

Este pequeño cuadro apareció un día de principios de mayo de 2016 en el acceso al bautisterio de mi parroquia, la Basílica de María Auxiliadora, de Buenos Aires. La imagen muestra a María, con el Niño en brazos, y a José, y por debajo un caserío: es Belén. María y José observan desde arriba la pequeña ciudad. Pero su mirada no es altiva. Fueron hasta allí para cumplir con un decreto imperial de censarse. Como José pertenecía a la familia de David, tenían que inscribirse n Belén, la ciudad natal del célebre rey. Pero estando ya allí le llegó a María la hora de dar a luz a Jesús. Y el alumbramiento fue en un pesebre porque, como lo señala el Evangelio de Lucas, "no había lugar para ellos en el albergue" de Belén. No sabemos si fue porque el sitio estaba completo de huéspedes, o porque no tenían cómo pagar el hospedaje, o porque nadie les tendió una mano... lo cierto es que "no había lugar para ellos". Pudieron haber alegado la condición de José de miembro del li

#196 ¡El don es Él!

Este cuadro me lo regaló en mayo de 2016, por mi cumpleaños, mi sobrino Juan Cruz, que intervino con sus manos para pintar el marco. Es una imagen bella, llena de color y detalles preciosos, como esas dos ovejitas en uno de los ángulos. Es la escena de la Adoración de los magos. Pero hay algo que llama mi atención y es que María parece que dejó de prestarles atención a los reyes y sus costosos regalos, se giró y me mira. Uno de los magos, recogido en la oración, arrodillado, ni se percató... pero los otros dos, cargados con sus dones para el Niño, también se dieron vuelta para ver a quién mira la Virgen y me observan... las manos. Yo caí en Belén sin nada para el recién nacido. No sé si los reyes piensan que soy una descarada o una desubicada... pero a María parece no importarle que yo llegué con las manos vacías. De hecho, ni me mira las manos, sino que me está mirando a los ojos, con ternura, con una sonrisa. No pronuncia palabra, pero me muestra a Jesús, como presentándomelo, c

Pesebre invitado #37: La Virgen del Socorro, la Madre del pesebre

Este pesebre lo descubrí en marzo de 2016 en la Basílica Nuestra Señora del Socorro , de Buenos Aires. Es de estilo clásico y ocupa uno de los altares laterales de la iglesia. La advocación de la Virgen del Socorro es antigua. Existen diferentes imágenes para este título mariano. Quizá la más conocida sea la del ícono bizantino de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro. A Buenos Aires la advocación llegó en la segunda mitad del siglo XVIII desde España, donde había sido difundida por la orden de los agustinos, tras su popularización en Palermo (Sicilia, Italia). Aunque las representaciones de la Virgen del Socorro son diversas, en la mayoría de ellas María lleva a Jesús en brazos, gesto que  habla de sus cuidados maternales, su dedicación amorosa al Hijo, su atención permanente a las necesidades de Jesús... Como dice esta oración: "¡Oh, Madre del Perpetuo Socorro, en cuyos brazos el mismo Niño Jesús parece buscar seguro refugio!". La Virgen del Socorro es la Madre del