Este sagrario lo descubrí en abril de 2016 al visitar la parroquia Patrocinio de la Virgen, aledaña al hospital Churruca, en Buenos Aires. El tabernáculo no es muy grande. Está sobre un pedestal muy sencillo, a un costado del altar. Está dispuesto de tal modo que, si uno se acerca con delicadeza, se pueden abrir las puertas frontales y dejarlas abiertas para poder adorar al Santísimo, expuesto en una custodia, tras un vidrio. En las puertas frontales se pueden ver imágenes de un ángel anunciando a los pastores el nacimiento de Jesús y de otro guiando a los magos de Oriente hacia el pesebre. Ambas imágenes, cuando el sagrario está abierto, miran hacia el centro, donde está Jesús, Vivo y Verdadero. Cuando vi la hermosura de este sitio de adoración, donde Jesús está presente como en Belén, me acerqué para observar más de cerca... Descubrí que los laterales y la puerta por detrás, que custodia la reserva, también tienen imágenes relativas al nacimiento de Jesús. Uno de los laterales
«Vayamos hasta Belén y veamos lo que ha sucedido» (Lc 2, 15).