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Mostrando entradas de noviembre, 2015

#181 Fanal

Este pesebre lo compré en octubre de 2015 en una tienda de productos decorativos de madera para pintar, en Buenos Aires. Es un fanal de madera y la figura del nacimiento está calada por los cuatro lados. Con una vela encendida dentro, la luz se proyecta a través del pesebre. Es una pieza sencillísima, pero el efecto que produce me parece una de las mejores metáforas para resumir el misterio de la Encarnación. Dios es Luz. "Señor Dios mío ¡qué grande eres! Te revistes de belleza y esplendor. Te vistes de luz como de un manto", canta poéticamente el salmo 104. Impacta las muchas veces que en el Antiguo Testamento se habla de la luz divina, del resplandor de Dios que atrae y orienta. Y, al mismo tiempo, impone un reverente temor, el de morir por ver la luz de Dios. Hay escenas de Moisés y Elías cubriéndose el rostro ante la presencia de Dios... Impacta más que Dios, siendo esta Luz de gloria a la que nadie se atrevía a mirar de frente, haya querido venir a nosotros, no par

#180 Pupilas dilatadas

Este pesebre me lo regaló en octubre de 2015 Eduardo Molinari, un hermano de la parroquia, y es originario la provincia de Jujuy, en el noroeste de Argentina. Tiene doce pequeñas piezas, muy coloridas, y lo primero que llama la atención son los ojos de las figuras.Dicen que en la noche las pupilas se dilatan para así absorber al máximo la poca luz disponible que permita ver algo en las sombras... Y en aquella noche de Belén hubo muchas pupilas dilatadas de tanto buscar en la oscuridad a ver si despuntaba el Alba... como buscando rastrear el primer rayito de ese Sol nacido de lo alto. Y así llegó el Niño y se encontró con tantos ojos de aspecto asombrado. Pupilas dilatadas hasta no poder más para recibir por doquier la Luz del mundo. ¡Qué miradas las de María y José, las de los pastores y los Magos, habitadas por el Sol! Dicen que los ojos son el reflejo del alma... y hay miradas que dejan ver cuán hondo se ha impreso la Luz de Dios... ¿Qué dicen tus ojos? "Cuando tú me miraba

Pesebre invitado #30: Bendición

Este Niño está en la iglesia Nuestra Señora de Itatí, de Buenos Aires. La foto la tomé en septiembre de 2015. El Niño está dentro de una caja de vidrio, que sobresale de una de las paredes laterales, ingresando, a la derecha. No está muy alta, de modo que uno hasta se puede inclinar para mirar un poco más de cerca la figura del pequeño Jesús, que está acostado y, con su mano derecha, hace un gesto de bendición. Algunos podrán recordarse a sí mismos, niños, recibiendo la bendición por parte de padres o abuelos. O harán experiencia de ser bendecidos por el sacerdote desde el altar, estando con la cabeza inclinada o incluso de rodillas... En todas estas ocasiones, casi siempre, la mano que nos bendice está por sobre nosotros; las menos, a nuestra misma altura; y casi nunca, más abajo que nuestra cabeza. Y sin embargo aquí el Niño nos bendice desde su cuna, de "abajo para arriba". Estamos acostumbrados a pensar que lo bueno se nos da en la dirección inversa, de arriba par