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Mostrando entradas de febrero, 2015

#158 Pimpollo

Este pequeño pesebre lo compré en el centro histórico de Lima, Perú, en noviembre de 2014. Las figuras del pesebre están dentro de una florcita lila, un pimpollo, que es vida naciente, figura y testigo del nacimiento de la Vida. Pimpollo es una flor a punto de abrirse o con los primeros pétalos desplegándose. Pero también es un término que se usa para nombrar al tallo incipiente que crece en una planta o a un árbol que recién empieza a desarrollarse. Escribió fray Luis de León (1527-1591) que "Pimpollo" es el primer nombre dado a Cristo, en tanto flor, germen, brote, retoño, fruto. Y se basa en citas de los profetas Isaías, Jeremías y Zacarías: • "En aquel día el Pimpollo del Señor será en grande alteza, y el fruto de la tierra muy ensalzado" (Isaías 4,2). • "Y haré que nazca a David un Pimpollo de justicia, y haré justicia y razón sobre la tierra" (Jeremías 33,15). • "Yo haré venir a mi siervo el Pimpollo" (Zacarías 3,8). • "Veis un va

#157 Fortaleza

Este pesebre lo compré en Miraflores (Lima, Perú), en noviembre de 2014. Es una sola pieza, de cerámica, con las figuras de la Sagrada Familia dentro de un "torito de Pucará", uno de los objetos cerámicos más representativos de la artesanía peruana. El toro es para muchísimas culturas símbolo de fuerza. En el salmo 92, el hombre justo canta así, agradecido, la fortaleza que le viene de Dios: "a mí me das la fuerza de un toro". La fortaleza es don del Espíritu Santo. Nos capacita para resistir tentaciones, para soportar las adversidades y para llevar adelante grandes obras para la gloria de Dios. Pero si el toro habla de fuerza, el pesebre, en cambio, remite a la debilidad propia de un niño recién nacido, a la fragilidad de una vida que apenas asoma. Puede entonces resultar desconcertante que Dios, siendo fuerte, se haya hecho débil en el Niño de Belén. Sí, Jesús también asumió nuestra debilidad -menos en el pecado- y con ello nos enseñó el camino de la humildad,

#156 Plumas

Este pesebre lo compré en noviembre de 2014 en el centro histórico de Lima, Perú. Es una única pieza, pequeña, de colgar, hecha en cerámica y pintada en vivos colores. Las figuras del pesebre están enmarcadas en una especie de corona, de la que cuelgan plumas multicolor, elementos característicos y muy valiosos de la Amazonía peruana. ¿Pueden unas sencillas plumas ser ofrenda para el Niño Dios? La escritora Gabriela Kast rescató de un relato de autor desconocido el tierno esfuerzo de una niña por secretamente juntar plumitas para el Niño Jesús... El cuento se llama " Paulita se prepara para Navidad ": "Todos los años, al aproximarse la fiesta de navidad, acontecía algo singular en Paulita. Cuenta su mamá: 'Cuatro semanas antes de Navidad, Paulita dice adiós a sus juguetes y se transforma en una niñita tan obediente que encanta. Pero con la llegada del Año Nuevo vuelve a ser la niña de siempre'. Admirada, la madre contempla estos cambios tan bruscos. Ni ella,