Este pesebre me lo regaló mi papá en agosto de 2018. Lo compró en la tienda Nuestra Señora del Carmelo, de Buenos Aires. Es un cuadrito de madera, pintado a mano, con la figura de la Sagrada Familia. María tiene al Niño en brazos y le besa el rostro con dulzura. Al nacer, lo primero que recibimos es el abrazo de nuestra madre y un beso. También ese fue el primer beso para Jesús. Creo que todo lo que quiere expresar una madre al recibir a su hijo es tan inefable... que solo se puede decir con un beso. Y que igual de inefable -o más- es lo que sentimos al encontrarnos con Dios... que muchas veces, sin palabras, humanamente quisiéramos responderle con un beso. ¿Cómo besar a Dios? Buscando, encontré esta hermosa oración de los cinco besos al Niño Jesús. Son los "besos" del querer, en todo, la Voluntad de Dios. Pienso que María, que besó tantas veces la humanidad de su Hijo, primero le "besó" con su "fiat"... ¡María, enséñanos a besar a Jesús! O
«Vayamos hasta Belén y veamos lo que ha sucedido» (Lc 2, 15).