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#127 Flores

Este pesebre en miniatura me lo regaló mi amiga Daniela Vulcano en enero de 2014.
Aunque lo compró en la ciudad argentina de Villa Gesell, es de inconfundible estilo peruano.
Entre sus detalles, además del colorido, destacan las flores que hacen de marco, elemento tradicional de las artesanías de la región peruana de Ayacucho.
Hay un par de versículos en el libro del profeta Isaías que, como señal a los que esperan la venida del Salvador, anuncia que la tierra reseca se llenará de flores: "Que se alegren el desierto y la tierra seca, que con flores se alegre la pradera. Que se llene de flores como junquillos, que salte y cante de contenta, pues le han regalado el esplendor del Líbano y el brillo del Carmelo y del Sarón. Ellos a su vez verán el esplendor de Yavé, todo el brillo de nuestro Dios" (Isaías 35, 1-2).
La profecía de Isaías tiene en el nacimiento de Jesús su cumplimiento.
Donde había carencia de Agua Viva, sed infinita de Dios, brota la vida. Todo se llena de flores, flores que convocan con su perfume. El desierto se llana de colores.
Es la alegría por la llegada del Niño, que hace cantar a ángeles y humildes pastores. 

Las praderas pedregosas donde a duras penas pastaban sus rebaños se visten ahora de "esplendor" en el silencio de la Nochebuena... Y así, a estos pequeños, se les revela "todo el brillo de nuestro Dios"... 




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Este Niño precioso me lo regaló mi amiga Annie Calzia en julio de 2018. Lo trajo de Santiago de Chile y por eso acudí a Teresa de los Andes (1900-1920), carmelita chilena canonizada en 1993, para escribir estas líneas. En una de sus cartas a su prima Herminia Valdés Ossa, Teresa le da algunos consejos para vivir el tiempo de Adviento, que está a punto de empezar. "Prepárate para Navidad. Piensa todos los días en Jesús que, siendo Dios eterno, nace como un tierno Niño; siendo Todopode­roso, nace pobre, sin tener con qué resguardarse del frío. Necesita de su Madre para vivir, siendo Él la Vida", le escribe a su prima, a quien llamaba cariñosamente "Gordita". Y a continuación le hace una "lista" para que le prepare un "ajuar" al Niño Jesús: "Camisitas para abrigarlo: cinco actos de amor diarios y deseos de recibirlo en la Comunión. 'Jesús mío, ven a mi pobre corazón, que sólo desea latir por Ti'. Mantillas para envolverle sus pi

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