Ir al contenido principal

#168 Jesús en el trabajo




Este pesebre no es comprado ni regalado. Es heredado.
Lo compró a finales de 2013 mi amiga y entonces compañera de trabajo Alida Juliani y lo trajo a la oficina para acompañarnos en el Adviento y la Navidad de ese año.
Es un pesebre de cerámica, pequeño, de siete piezas, de rasgos indígenas.
El pesebre volvió a acompañarnos en el Adviento de 2014. Fue un tiempo difícil para todos, marcado por la partida de nuestra querida Alida, quien antes de marcharse me confió el pesebre.
Pasó la Navidad y pedí no desarmarlo.
Al regresar en febrero de unos días de vacaciones el pesebre ya no estaba... Nadie sabía qué se había hecho de él... Viendo mi angustia, todos colaboraron en la búsqueda. Pero nada.
Ya dándolo por perdido, dos días después lo encontré en una bolsa... ¡Qué alivio!
Decidí armarlo en mi escritorio y que allí se quede, conmigo, con todos...
Allí está entre papeles, lapicero, teléfono, grabadora, ordenador... En nuestro día a día...
Lo miro y me recuerda la alegría de Alida.
Me roba una sonrisa en momentos de trajín.
Me dice que Jesús también está conmigo allí, trabajando a mi lado. Me recuerda que Él también trabajó, que siendo Dios se hizo Hombre, asumiendo también nuestra condición de tener que ganarnos el pan de cada día.
Y cuando me canso, le doy una mirada y me devuelve ánimo pensando que Jesús también conoció la fatiga.
Veo la honestidad, el tesón y la dignidad con que trabajan mis compañeros y me digo: ¡ellos son el taller de Nazaret que Dios me regala!

Comentarios

Entradas populares de este blog

#254 Un ajuar para el Niño

Este Niño precioso me lo regaló mi amiga Annie Calzia en julio de 2018. Lo trajo de Santiago de Chile y por eso acudí a Teresa de los Andes (1900-1920), carmelita chilena canonizada en 1993, para escribir estas líneas. En una de sus cartas a su prima Herminia Valdés Ossa, Teresa le da algunos consejos para vivir el tiempo de Adviento, que está a punto de empezar. "Prepárate para Navidad. Piensa todos los días en Jesús que, siendo Dios eterno, nace como un tierno Niño; siendo Todopode­roso, nace pobre, sin tener con qué resguardarse del frío. Necesita de su Madre para vivir, siendo Él la Vida", le escribe a su prima, a quien llamaba cariñosamente "Gordita". Y a continuación le hace una "lista" para que le prepare un "ajuar" al Niño Jesús: "Camisitas para abrigarlo: cinco actos de amor diarios y deseos de recibirlo en la Comunión. 'Jesús mío, ven a mi pobre corazón, que sólo desea latir por Ti'. Mantillas para envolverle sus pi...

#275 El pozo de Belén

Este pesebre me lo regaló en mayo de 2019 mi amiga Daniela Temelini. El nacimiento fue hecho por la hermana de Daniela, carmelita descalza del Monasterio Santa Teresa de Jesús, de Buenos Aires. Cuando lo vi, lo que más me llamó la atención fue un aljibe al costado del pesebre. ¿Qué hace un pozo de agua allí? Lo curioso es que en Belén no hay uno sino tres pozos de agua históricos, cisternas cavadas en la roca, a poca distancia de la iglesia de la Natividad. Son los pozos del rey David, asociados al episodio de los tres valientes soldados que irrumpen en el campamento de los filisteos para buscar agua, narrado en el segundo libro de Samuel y el primero de Crónicas: "Estos tres, los más valientes de los treinta, bajaron juntos donde David, a la caverna de Adulam, en el tiempo de la siega, mientras que una tropa de filisteos acampaba en el valle de Refaím. David estaba en el refugio y había en Belén una guarnición filistea. Se le antojó decir a David: '¡Cómo me gustaría be...

Niño invitado #63: Doctorcito Jesús

Esta foto la tomé en abril de 2018 en la preciosa Basílica de San Francisco, en Lima, Perú. Es la imagen del Niño Jesús Doctorcito y puedo dar fe de la devoción que le tienen los limeños pues en el rato que estuve allí de visita no cesaron de acercarse, especialmente niños y ancianos, para rezar ante ella con sencilla piedad. Es peculiar la imagen: el Niño, con algunos juguetes, sentadito en un trono, vestido como médico, con ambo y zapatos blancos, y un estetoscopio. Jesús, que curaba a los enfermos, corporal y espiritualmente, se llamó a sí mismo médico: "No es la gente sana la que necesita médico, sino los enfermos. No he venido a llamar a justos, sino a pecadores" (Marcos 2, 17). La imagen de Jesús como médico es preciosa. El médico -al menos el médico ideal- no solo sabe cómo restaurar la salud, sino tambiñen proteger y sostener toda vida. Ha de interesarse por su paciente como persona, en forma íntegra, y no solo por una parte de su cuerpo. Genera un vínculo de co...