Ir al contenido principal

#235 Dulce de leche


Este pesebre me lo regaló mi mamá en diciembre de 2017. Lo compró en la tienda de artículos religiosos Nuestra Señora del Carmelo, de Buenos Aires, y fue hecho por el taller MSF.
Son tres pequeñas piezas de cerámica esmaltada y venían dentro de una caja cilíndrica de cartón, que en Argentina se utiliza muchas veces para envasar dulce de leche artesanal.
En este caso, al abrir el envase no fluye un manjar para el paladar sino la dulzura propia del pesebre, un dulce que alegra el corazón y que nos habla de la dulzura de Dios...
Ternura, amabilidad, cariño, delicadeza... ¿cómo definir la virtud de la dulzura? Explica la venerable francesa Madre Luisa Margarita Claret de la Touche (1868-1915) que la dulzura constituye la "forma de la bondad", una forma "exquisita y delicada que la hace atrayente".
"Una bondad tosca y descortés es una bondad sin forma, una bondad que no podría imponerse a los corazones. Pero cuando está revestida de dulzura adquiere una autoridad soberana y atrae todo a ella con poderoso atractivo. Tal fue la bondad de Jesús", señala la Madre Luisa Margarita, fundadora de la congregación Berania del Sagrado Corazón.
En el caso de Jesús, añade, "la dulzura, atemperando el celo ardiente del Maestro, lo hacía suave, afable, atrayente" y "había impreso en todo su ser un encanto tan irresistible que todos, niños y ancianos, enfermos y multitudes compactas iban hacia Él y seguían sus pasos".
La dulzura de Jesús... ¡enamora!



"¡Oh! Salvador mío, 
fuente inagotable de dulzura y de bondad! 
No piense yo más que en Vos. 
Cuando al mismo tiempo que a Vos
se ama cualquier otra cosa, 
ya no se os ama, ¡oh Dios mío!, 
con verdadero amor.
¡Oh amor lleno de dulzura, 
dulzura llena de amor, 
amor exento de penas 
y seguido de infinidad de placeres;
amor tan puro y tan sincero 
que subsiste en todos los siglos;
amor cuyo ardor no hay cosa 
que pueda apagar ni entibiar! 
¡Jesús, mi adorable Salvador, 
cuyas bondades, 
cuyas dulzuras son incomparables,
caridad tan perfecta 
como que sois nada menos que mi Dios! 
Véame yo abrasado en vuestras divinas llamas, 
de suerte que no sienta ya más 
que aquellos torrentes de dulzuras,
de placeres, de delicias y de alegría,
pero de una alegría enteramente justa, 
enteramente casta, pura, santa 
y seguida de aquella perfecta paz
que solamente en Vos se encuentra.
Sea yo abrasado en las llamas de aquel amor, 
¡oh Dios mío!, 
con todo el afecto de mi corazón y de mi alma. 
No quiero, bien mío, 
no quiero en lo sucesivo 
más amor que el vuestro. 
Amén".
San Agustín de Hipona


Comentarios

Entradas populares de este blog

#254 Un ajuar para el Niño

Este Niño precioso me lo regaló mi amiga Annie Calzia en julio de 2018. Lo trajo de Santiago de Chile y por eso acudí a Teresa de los Andes (1900-1920), carmelita chilena canonizada en 1993, para escribir estas líneas. En una de sus cartas a su prima Herminia Valdés Ossa, Teresa le da algunos consejos para vivir el tiempo de Adviento, que está a punto de empezar. "Prepárate para Navidad. Piensa todos los días en Jesús que, siendo Dios eterno, nace como un tierno Niño; siendo Todopode­roso, nace pobre, sin tener con qué resguardarse del frío. Necesita de su Madre para vivir, siendo Él la Vida", le escribe a su prima, a quien llamaba cariñosamente "Gordita". Y a continuación le hace una "lista" para que le prepare un "ajuar" al Niño Jesús: "Camisitas para abrigarlo: cinco actos de amor diarios y deseos de recibirlo en la Comunión. 'Jesús mío, ven a mi pobre corazón, que sólo desea latir por Ti'. Mantillas para envolverle sus pi

#275 El pozo de Belén

Este pesebre me lo regaló en mayo de 2019 mi amiga Daniela Temelini. El nacimiento fue hecho por la hermana de Daniela, carmelita descalza del Monasterio Santa Teresa de Jesús, de Buenos Aires. Cuando lo vi, lo que más me llamó la atención fue un aljibe al costado del pesebre. ¿Qué hace un pozo de agua allí? Lo curioso es que en Belén no hay uno sino tres pozos de agua históricos, cisternas cavadas en la roca, a poca distancia de la iglesia de la Natividad. Son los pozos del rey David, asociados al episodio de los tres valientes soldados que irrumpen en el campamento de los filisteos para buscar agua, narrado en el segundo libro de Samuel y el primero de Crónicas: "Estos tres, los más valientes de los treinta, bajaron juntos donde David, a la caverna de Adulam, en el tiempo de la siega, mientras que una tropa de filisteos acampaba en el valle de Refaím. David estaba en el refugio y había en Belén una guarnición filistea. Se le antojó decir a David: '¡Cómo me gustaría be

Niños invitados #39: Los "Manuelitos" de Mama Antula

En agosto de 2016 tuve la oportunidad de visitar la Santa Casa de Ejercicios Espirituales, de Buenos Aires, faltando pocos días para la beatificación de la fundadora de este sitio histórico, María Antonia de Paz y Figueroa . Conocida popularmente como Mama Antula, María Antonia nació en la provincia argentina de Santiago del Estero en 1730, cuando aquel territorio dependía del Virreinato del Perú. A los 15 años hizo votos de pobreza y castidad, adoptó el nombre de María Antonia de San José y, junto a otras compañeras, bajo una forma de vida consagrada conocida entonces como "beaterio", se dedicó a asistir a los jesuitas en su labor pastoral y social, en particular en los Ejercicios Espirituales de san Ignacio de Loyola. La figura de Mama Antula se hizo conocida gracias a su empeño por mantener vivo el carisma ignaciano luego de que en 1767 el rey español Carlos III decretara la expulsión de los jesuitas de sus territorios, lo que la movió a recorrer varias provincias del n